EL ACTO CREATIVO ES ALQUÍMICO, Y HASTA LAS COSAS MÁS SENCILLAS PUEDEN TRANSFORMARSE CUANDO LAS MEZCLAMOS CON CUIDADO Y ATENCIÓN.
Auténtica maravilla inspiracional basada en la naturaleza, este manual de pintura contiene 20 proyectos prácticos que te ayudarán a encontrar tu propio estilo, reforzar la confianza en tu capacidad creativa, dominar el uso del color y dar vida a un buen número de motivos naturales. A partir del momento en el que te decidas a crear, Gemma Koomen te adentrará en las bases de la pintura de la naturaleza, desde el esbozo inicial hasta los últimos detalles, proporcionándote numerosos consejos y trucos que te permitirán perfeccionar tu técnica y ganar seguridad.
Una oportunidad para desarrollar tus dotes creativas y dejar espacio para el placer de pintar los bellos tesoros que nos ofrece el mundo natural.
04 Introducción
07 Cómo utilizar este libro
08 Naturaleza y arte
11 Desaprender la ansiedad creativa
13 Validación externa
14 El viaje creativo: un camino abrupto
20 Buscar inspiración
22 Autocuidado para artistas
25 Crear un ambiente favorable
26 El proceso creativo: dibujar
28 Los beneficios del dibujo para la salud mental
29 Soltarse
30 Materiales de dibujo
32 Dibujar la naturaleza
34 Terminología y técnicas
de dibujo
37 Color
40 ¿Qué es pintar?
43 Materiales de pintura
47 Iniciación al gouache
48 Pinceles y paletas
54 Papel
56 Del boceto a la pintura
60 PRIMAVERA
64 Guirnalda primaveral
70 Flores de primavera
74 Nido con huevos y flores
80 Pintar huevos de madera
84 Primavera desde la ventana
90 VERANO
94 Flores de verano
100 Mariposas nocturnas
106 Luna de verano
110 Conchas y algas
114 Ventana al mar
120 OTOÑO
124 Minicuadro de setas en una caja de cerillas
128 Hojas otoñales, frutos secos y semillas
132 Estudio de frutos otoñales
136 Lechuza y estrellas
142 Otoño desde la ventana
148 INVIERNO
152 Guirnalda invernal
156 Copos de nieve
160 Zorro bajo la luna
164 Jilguero
168 Invierno desde la ventana
174 Fuentes
175 Recursos
176 Agradecimientos
Cada uno seguimos un camino único en la creación artística. El mío comenzó de pequeña, una época en la que me pasaba todo el día dibujando mundos imaginarios entre rocas, árboles y flores silvestres en la Escocia rural. El mundo natural y todos sus detalles conformaban el telón de fondo para las historias que dibujaba por detrás de las láminas que mi padre artista desechaba. Me costaba estudiar porque me habían diagnosticado dislexia y discalculia, pero dibujar era para mí una válvula de escape, una forma saludable de comprender lo que me pasaba. Hice un curso de fundamentos artísticos y la chispa de la creatividad prendió en mí a base de ánimos y experimentación. Descubrí la cámara y continué estudiando fotografía artística en la Escuela de Arte de Glasgow. Pasé incontables horas aprendiendo cosas sobre composición, color y narrativa visual. Me di cuenta de que, aun estando en un ambiente urbano, el deseo de conectar con el mundo natural estaba siempre presente en mi trabajo.
Tras graduarme, abandoné la ciudad en busca de una vida sencilla más cerca de la naturaleza. Construí una forma de vida ayudando a otros artistas a crear su marca a través de la fotografía y el diseño. Cuando tuve hijos, redescubrí el placer de jugar con la pintura y el papel con ellos en la mesa de casa y, más tarde, la muerte inesperada de mi padre hizo que me replanteara mi trayectoria profesional. ¿Podría ganarme la vida con algo que aunara mi amor por la naturaleza y la felicidad de dibujar y pintar?
En mitad del duelo y de las dudas sobre mi capacidad tomé la determinación de seguir adelante con mi arte a pesar de todo. Daba igual que no fuera lo que yo consideraba «lo bastante buena» técnicamente o que no tuviera un gran dominio. Lo verdaderamente importante para mí era la conexión con las plantas, los animales, la gente; un sentimiento sincero que era capaz de plasmar con pintura sobre el papel. Ha pasado más de una década desde entonces y sigo sintiéndome tremendamente afortunada por poder dedicar todo mi tiempo a una actividad creativa y mantener a mi familia a la vez.
Desde un punto de vista técnico me considero autodidacta en esto de pintar, por lo que en gran medida vengo de un lugar de juego, experimentación y aceptación de la imperfección, y desde ese sentimiento espero poder inspirarte.
EL ARTE ES PARA TODO EL MUNDO
Creo que todos y cada uno de nosotros tiene dentro una mina de creatividad, es algo intrínseco en el ser humano. La creatividad es la capacidad de producir algo nuevo. Un papel en blanco puede ser la base sobre la que producir una pintura; con unos ingredientes y fuego se puede producir una comida; y con semillas, agua, luz y un terreno vacío podemos producir un arriate de flores. El acto creativo es alquímico, y hasta las cosas más sencillas pueden transformarse cuando las mezclamos con cuidado y atención.
Muchos de nosotros nos agobiamos porque dudamos de nuestras capacidades en cuanto cogemos un lápiz o un pincel, pero tomarse el tiempo para conectar con nosotros mismos, la naturaleza y unos materiales sencillos puede proporcionarnos una gran alegría. Vivimos tiempos difíciles para la salud mental global y de crisis medioambientales, pero, como muestro en este libro, dedicar tiempo a crear piezas de arte en contacto con la naturaleza puede resultar inmensamente positivo para nuestro bienestar. Te invito a que te concedas permiso, tiempo y espacio para seguir el deseo natural de crear.
© Gemma Koomen