Anna Maltz te propone una colección de prendas de punto con diseños alegres e ingeniosos, inspirados en… ¡pingüinos! Son bellas creaciones basadas en la silueta y anatomía de estas aves marinas, en los juegos cromáticos de su pelaje o en su capacidad para soportar el frío.
· 11 proyectos originales que incluyen gorros, chaquetas, calcetines y el propio pingüino como protagonista. ¡Una colección entera!
· Patrones textuales y patrones gráfcos para realizar cada pieza punto a punto.
· Fotografías en color de las prendas terminadas y el look elegante y desenfadado que puedes conseguir.
Índice
Adelia
Humboldt
Rey flor
Saltarrocas
Aptenodytes
Polluelos
Pingüinseta
Anticongelantes
Conjunto pingüilluelo
Pinglewin
Las aventuras de pen-gwee y el niño
Páginas de comunidad
Abreviaturas
La historia de este libro
Cuando era niña, en nuestra casa estaba prohibido aburrirse. Incluso recibías una bronca si pronunciabas la palabra. Nosotros lo sabíamos, pero las visitas al principio no. Si los amigos venían y cometían el grave error de decir que se aburrían, nuestra madre manifestaba que no era culpa suya: insinuaba que, sin duda, cada uno sabía entretenerse por su cuenta. Por entonces, a mi hermana y a mí esto nos avergonzaba, pero su filosofía nos ha sido muy útil. Con el punto aprendí a evitar el aburrimiento: siempre buscaba nuevas técnicas y encontraba maneras de trabajar diferentes elementos en una sola prenda. Un nuevo punto por aquí, un cambio de plano a circular por allá o tal vez un cambio de color o de escala mantenían y mantienen mi interés y me hacen estar ocupada con un proyecto. Para mí, el proceso no es tan importante como el resultado final. El tiempo de producción –desde la emoción de planificar (decidir el destinatario, el hilo, los colores, etc.) hasta el momento de terminarlo (acabados finales, regalarlo, intercambiarlo, ponérselo o ver tu creación en el mundo)– también es gratificante y divertido.
Para entretenernos a todos, este libro incluye una gran variedad de proyectos, e incluso puede animarte a aprender algo nuevo. Es la ocasión de poner a prueba los músculos de tejer y mantener vivo el impulso. Aunque todos estos proyectos podría hacerlos un tejedor intermedio, no son básicos ni simples. Me propuse hacer patrones que no fuesen necesariamente proyectos silenciosos. Se pueden hacer en compañía. No tendrás que encerrarte en una habitación. Pero eso no quiere decir que sean pan comido: necesitan concentración. Me encantaría que el ritmo y la chispa brillasen cuando tengas un proyecto entre tus agujas. Encontrarás un montón de recomendaciones sencillas, como el punto bobo y el punto jersey, salpicadas de interesantes giros y construcciones inesperadas, desde punto en inglete hasta marlisle (un nuevo enfoque en el que he estado trabajando y que te enseñaré en mi patrón del jersey Humboldt de la pág. 18). Estos diseños son un reflejo de cómo me gusta tejer y mantenerme entretenida como tejedora veterana. Espero que su alegría os aliente a tomar los proyectos con ganas renovadas y a no tener miedo a los cambios.
Si miras con detenimiento y reflexionas mucho, encontrarás inspiración para proyectos verdaderamente creativos y sorprendentes con temáticas poco habituales. En mi vida como artista he creado trajes de punto de superhéroes, sirenas, conejitos invisibles y esos infames vestidos desnudos que fusionan lo fantástico, los anhelos y lo cotidiano. Mi punto de partida en esta ocasión han sido los pingüinos. El contexto ha pasado del mundo del arte preinternet a la comunidad de tejer a mano
en una era digital, pero mis motivaciones siguen siendo las mismas: mirar, aprender, hacer, preguntar, comunicarme, divertirme y hacer amigos. Pero ¿por qué los pingüinos?
Como crecí en Londres, las visitas al zoo eran un regalo. Alentada por el amor de mi padre por los edificios racionalistas, ver a los pingüinos en la piscina diseñada por el Grupo Tecton era el plato fuerte de nuestras excursiones al zoo. De vuelta a casa, los programas de David Attenborough acrecentaban mi fascinación por los animales, al igual que la infinidad de trabajos de Jim Henson. Casi cada día ojeaba las páginas de The Audubon Society Encyclopaedia of Animal Life (‘Enciclopedia de la vida animal de The Audubon Society’). Desde entonces, he acumulado una gran colección de libros antiguos de vida salvaje que casi rivaliza con mi colección de libros de punto. En este libro he querido compartir de dónde viene mi inspiración, así que incluir las maravillosas fotografías de Lori y Chuck Graham –que captan la belleza y el carácter de los pingüinos– es más que un sueño. Las acuarelas de Narangkar Glover tienden un puente entre la realidad y la abstracción: sus ilustraciones capturan la belleza y el carácter juguetón de los pingüinos con alegría y habilidad. También hay una colección especial de fotografías de E. J. Rose que documentan la relación de su hijo con su adorable compañero pingüino, Pen-gwee (en las págs. 44-45).
¿Qué relación hay entre los pingüinos y el punto? Al reflexionar, te das cuenta de que ambos versan sobre el abrigo y la comunidad y su uso para sobrevivir contra todo pronóstico. Puedo establecer un vínculo natural entre esta especie y nosotras, las tejedoras. Los pingüinos son increíbles, tanto en su apariencia dramática como en su comportamiento. Absolutamente ridículos, pero a la vez sorprendentes, nunca dejan de fascinarme. A pesar de que los pingüinos se clasifican como aves no voladoras, cuando los ves sumergidos en el agua parecen volar. En tierra, son torpes y patosos, pero en el agua giran y hacen piruetas con gracia y velocidad. Quizá, por encima de todo, creo que nosotras, las tejedoras, compartimos un admirable sentido de la determinación y un espíritu de comunidad con estos amigos emplumados.
Con frecuencia, el reino animal se utiliza para reforzar la desigualdad del género humano y de otros abusos de poder. Los pingüinos son la gran excepción. De pie, a la misma altura, los pingüinos macho y hembra se miran a los ojos, y aunque la hembra pone el huevo, ambos progenitores comparten el proceso de incubación y crianza. En el caso del pingüino emperador, el macho incuba el huevo durante dos meses, mientras que la hembra sale en busca de alimento para la familia. Criaturas increíblemente sociales, se amontonan contra el frío, y se sabe que comparten el cuidado de las crías en guarderías. La naturaleza igualitaria de los pingüinos me atrae.
Tejer es, intrínsecamente, una práctica social. He intentado pensar en un escenario en el que no sea así. Implica imaginarme cogiendo a una oveja salvaje y mordiendo su lana con mis dientes, quitando con cuidado la caca y los restos de suciedad. Un río proporcionaría el agua para lavar la lana y el cardado dependería de encontrar un cardo. Hilaría con un huso hecho con ramitas y podría tallar mis agujas de la tibia de algún animal. Solo entonces estaría lista para tejer un vestido con un diseño propio. Tendría un incentivo real para ponerme manos a la obra, ya que, al estar desnuda, tendría frío hasta que terminase la prenda. Todo totalmente factible, aunque un poco extremo, pero incluso entonces estaría usando unos puntos aprendidos de alguien y compartidos por muchos. Cualquiera podría dedicar su vida a este proyecto, pero no es para mí: estoy más interesada en formar parte y celebrar la naturaleza comunitaria
de tejer.
Comprender, aunque de forma rudimentaria, cómo funcionan los procesos tiende a modificar tu forma de valorarlos y te permite tomar decisiones más informadas. He ayudado durante la temporada de nacimiento de las ovejas y he sido testigo de la responsabilidad y la previsión necesarias, pero no tengo que convertirme en pastora. Valoro la habilidad, la dedicación y el conocimiento involucrados en un buen hilado de lana, ya sea a mano o a máquina, pero no necesito hilar mi lana. Me gusta compartir lo que sé sobre los hilos y asegurarme de que el hilo correcto llegue a la persona adecuada para el proyecto correcto de la manera más fácil posible, pero no necesito ser distribuidora. Disfruto con la búsqueda del color perfecto, incluso si lo tiño yo misma. La determinación, el espíritu logístico y la naturaleza de crear comunidad implicados en la gestión de una tienda de lanas son una alegría de ver y hay que apoyarlos, pero no trabajo en esa dirección. Solo porque puedas hacer algo, no significa que tengas que dedicarte a ello. Conocer un proceso y tomar decisiones conscientes te conecta con el proceso y te hace respetarlo tanto a él como a todas las personas involucradas. En el tejido he encontrado maneras de celebrar los talentos necesarios en cada aspecto del oficio. Confío en el trabajo y el conocimiento de los demás, y también deseo compartir el mío, para que podamos trabajar unas con otras.
Las comunidades se forman con lazos y vínculos personales. Este libro es un testimonio de ellos, y hubiera sido imposible y, sin duda, menos divertido, sin los amigos, nuevos y viejos, que han contribuido y ayudado a darle forma. Más adelante los conocerás, pero debo mencionar a la mujer que hay detrás de la lana utilizada en esta colección de patrones. Hace un par de años, mis aventuras tejeriles me permitieron cruzarme con Fiona Parker, una chica de Carlisle que ahora reside en Hereford. Fiona vivió en Tórshavn, la capital de las islas Feroe, durante cinco años, mientras lideraba una banda de música. Al regresar al Reino Unido, quería mantener su vínculo con las islas Feroe, así que creó The Island Wool Company para acercarnos las lanas de sus islas. Con mi gusto por las lanas menos procesadas y los colores bonitos, la curiosidad me hizo darles una oportunidad y este libro es el resultado.
Las Feroe son un espectacular conjunto de islas sin árboles del Atlántico Norte donde hay más ovejas y frailecillos que personas. La población no supera los 50.000 habitantes, menos de una quinta parte de los habitantes de Hackney, el distrito londinense en el que vivo (y donde se hicieron las fotos de los tejidos de este libro). A pesar de ello, los afortunados habitantes de las islas Feroe tienen tres excelentes compañías de lanas: Sirri, Snældan y Navia. Las lanas se venden en todas las gasolineras, tiendas de hospitales y supermercados. Los patrones de las Islas Feroe son hermosos y únicos, y recientemente han emergido al imaginario popular a través del jersey Gudrun & Gudrun usado por Sarah Lund en The Killing. No he incluido motivos feroeses tradicionales en mis diseños: ya existe una gran cantidad de hermosos patrones. Me entusiasma usar la lana de una nación donde el tejido ha sido una parte fundamental de su vida y todavía no se considera un pasatiempo de lujo ni un comportamiento raro.
Con nuestro creciente interés por las lanas naturales y de variedades de ovejas concretas, quise diseñar una colección que las mostrara sin que fuesen parte de una herencia que no es la mía, anticuada ni un popurrí. Buscaba una manera de mostrar la honestidad y las increíbles cualidades de la lana sin recurrir a las metáforas que suelen acompañar a este género. Las tradiciones son maravillosas y vale la pena preservarlas, pero también es bueno experimentar y crear otras nuevas. Oportunamente, los pingüinos tienen tonos negros, blancos, grises y marrones, que también son los colores de las ovejas. Al usar esta paleta limitada, apuesto por la flexibilidad. Puedes quedarte con los colores sugeridos o usarlos como un punto de partida, sin el pesado equipaje cromático. Observa los estallidos de amarillo y rosa (del plumaje, los picos y los pies de los pingüinos) para dejarte seducir.
Cada vez que me inspiro en las cosas que amo, me doy cuenta de que también encuentro inspiración en las cosas que me parecen problemáticas. Si no puedo convencerme de enamorarme de algo, busco una forma interesante de evitarlo. Para mí, el tejido de calcetines, los épicos gráficos de calados, la intarsia en circular y los saltos en las rayas al cambiar de color han sido aspectos que me han parecido desalentadores o poco atractivos por una u otra razón. Todos tenemos nuestros gustos y, desde luego, antipatías. A medida que tejas estos patrones, podrás identificar los desafíos que estoy esquivando de manera creativa. Quizá sean los mismos que te fastidian. En ese caso, me alegro de ofrecerte alivio. No explico todas las técnicas, ya que hay una gran cantidad de información online, en libros y en tu comunidad tejedora.
Escribir un patrón de punto, por no hablar de un libro sobre ellos, no se produce de la noche a la mañana, al menos en mi caso. Tampoco es una tarea solitaria, como puedes ver en las páginas de la comunidad que se incluye al final del libro. Hay una gran diferencia entre ser capaz de crear un patrón para entretenerse y el gusto personal, y escribir un patrón para que otros lo sigan. La razón por la que recorro este arduo camino es porque me gusta la idea de que te pone a ti, tejedora, en una posición en la que puedes hacer algo por ti misma y espero estimularte e inspirarte. ¿Quién sabe a dónde podría llevarte? Claro que es mi diseño, me divertí imaginándolo y dándole vueltas, pero ahora es tuyo. Me encanta el hecho de que, si eliges con cuidado la lana y los materiales, puedes esquivar los peligros de las terribles condiciones de trabajo y las prácticas contaminantes que tanto afectan a la industria de la moda y los textiles en particular como al mundo en general. Hoy en día, es aún más fácil hacer de nuestro consumo, o de la falta de él, una elección activa. Al seleccionar lo que compramos, podemos apoyar aquello en lo que creemos y las formas de vida que no nos importaría asumir como propias. Además, debemos comprar menos. Como tejedoras, tenemos la capacidad de encontrar nuestro entretenimiento en la creación, no en el consumo.
Cuando escojas tus colores y lanas, modifica y adapta estos patrones a tu estilo y deseos personales; cuando acabes, me encantaría que los compartieras. Si lo haces, ya sea con tu vecino, en Ravelry, Facebook, Twitter, Instagram o en tu grupo tejedor, aumentan las posibilidades de este proyecto. Formas parte de ese próximo paso, de este grupo.
Copyright del texto: sus autores
Copyright de la edición: Editorial Gustavo Gili SL