Dedicarse a la creación artística no es tarea fácil. A menos que seas un genio —y los genios nacen cada cien años— hacer arte es una auténtica carrera de obstáculos en la que la realidad y tú mismo se interponen en el camino. Tener talento, pasar de la imaginación a la obra, contar con la aprobación de los demás, mantener hábitos de trabajo, ganarse la vida… Los miedos y situaciones propios de la vida del artista son muchos y cotidianos, y estas páginas los repasan a través de breves píldoras reflexivas que desactivarán tus bloqueos y pudores.
Desde su propia experiencia como artistas, David Bayles y Ted Orland te ofrecen esta serie de reparadoras y estimulantes sesiones de terapia. Con ellas, por fin, podrás hacer arte sin miedo a los peligros (y las recompensas) del mundo real.
Índice
PARTE I
INTRODUCCIÓN
LA NATURALEZA DEL PROBLEMA
Algunos supuestos
ARTE Y MIEDO
Visión y ejecución
Imaginación
Materiales
Incertidumbre
MIEDOS PROPIOS
El síndrome del impostor
El talento
La perfección
La destrucción
La magia
Las expectativas
MIEDOS AJENOS
Comprensión
Aceptación
Aprobación
LA BÚSQUEDA DE LA OBRA DE ARTE
Canon
PARTE II
EL MUNDO EXTERIOR
Problemas cotidianos
Puntos en común
Asuntos del mundo del arte
Competitividad
Dominar el sistema
EL MUNDO ACADÉMICO
Dar clases
Estudiar arte
Libros sobre arte
MUNDOS CONCEPTUALES
Ideas y técnica
Artesanía
Lo nuevo
Crea**vidad
Hábitos
Arte y ciencia
Autorreferencia
Metáforas
LA VOZ HUMANA
Preguntas
Constantes
Vox humana
INTRODUCCIÓN
Este es un libro sobre hacer arte. Arte corriente. El arte corriente significa, por ejemplo, cualquier obra de arte que no haya sido hecha por Mozart. Al fin y al cabo, la gente como Mozart rara vez hace arte; lo que ocurre es que, estadísticamente hablando, no existe gente así. Los genios nacen cada cien años, pero se hace buen arte todo el tiempo, por lo que equiparar la creación artística con el trabajo de los genios supone confinar esta actividad íntimamente humana a un lugar extrañamente inalcanzable e incognoscible; y, en la práctica, el arte puede estudiarse con todo detalle sin que sea necesario adentrarse en los complejos vericuetos de la genialidad artística.
Por tanto, este es un libro para todos nosotros, para el común de los mortales. Ambos autores somos artistas que nos enfrentamos diariamente a las dificultades que supone hacer arte en el mundo real. Escribimos desde nuestra experiencia personal y los temas que tratamos se alejan de las necesidades básicas de curadores, editores, críticos o público. Es un libro sobre lo que siente un artista cuando entra en su estudio o aula; cuando se pone manos a la obra, a las teclas, frente al caballete o tras la cámara; sobre lo que siente cuando intenta hacer la obra de arte que siente que necesita hacer. Es un libro sobre el compromiso que supone tomar el volante de nuestro destino, de poner el libre albedrío por encima de la predestinación, la elección por encima de la posibilidad. De encontrar el arte de uno mismo, de eso, sí, de eso trata este libro.
David Bayles
Ted Orland
Copyright del texto: sus autores
Copyright de la edición: Editorial Gustavo Gili SL
SOBRE ESTE LIBRO
Por supuesto (ya que lo estás leyendo), este libro se hizo, aunque describir cómo se hizo es difícil. La respuesta más literal probablemente sería con lentitud, dado que estas palabras marcan el punto final de siete años de trabajo más o menos ininterrumpido dedicados a este manuscrito. Para nosotros, este nos parece un ritmo completamente natural. Que llevemos un montón de años siendo amigos ha hecho que su escritura haya sido una colaboración realmente agradable, hasta tal punto que el hecho de escribirlo se ha convertido en una herramienta para pensar y aclarar cuestiones que ya habíamos tratado en numerosas ocasiones a lo largo de largas y afables conversaciones.
De vez en cuando (cuando los avances se demoraban), intentábamos dar un empujón al manuscrito trabajando como imaginábamos que trabajan los colaboradores de verdad: acordábamos horarios, seleccionábamos temas en los que avanzar e incluso nos reuníamos frente a una grabadora para registrar las ideas fugaces que surgían de nuestras largas conversaciones. Como muchas otras teorías que en principio son perfectas y buenas, no funcionó. Al final, el trabajo se sacó adelante de la misma manera en la que siempre se hacen estas cosas: sacando tiempo para el proyecto de donde pudiéramos y puliendo una frase tras otra, idea tras idea.
Como la mayoría de los proyectos, este también se enfrentó (en abundancia) a los peligros cotidianos de la creación artística. A pesar de nuestra larga amistad y de las conversaciones que tantas veces hemos mantenido sobre los temas que se abordan en este libro, nuestros puntos fuertes demostraron ser más complementarios que similares, lo que hizo que cada uno adoptáramos un rol que luego se descubrió imposible de intercambiar (de hecho, ni siquiera los llegamos a negociar). Tras algunos traspiés, al final descubrimos que el mejor método de colaboración era llevarnos bien y trabajar en paralelo en lugar de en tándem, tratando solo los temas que nos interesaban a cada uno. Sin embargo, como los artistas rara vez discuten estas cuestiones, realmente no sabemos hasta qué punto esta mezcla nuestra de miradas, cegueras y voluntades de entender otras perspectivas es lo que se supone que debe ser trabajar a cuatro manos.
Durante la realización de este proyecto nos han acompañado muchos amigos y compañeros, y la mayoría de ellos probablemente desconoce su enorme contribución. En las primeras etapas fue de mucha ayuda la gran sabiduría de Spencer Bayles, Steve Sturgis, Linda Jones y Keith Milman, con quienes estamos, sin duda, en deuda y muy agradecidos. Quisiéramos dar las gracias especialmente a Dave Bohn, quien constantemente puso a prueba nuestras ideas con sus extraordinarias preguntas (y fundamentales comentarios) planteadas con gran autoridad y acierto.
Por último, queremos dar las gracias a Noel Young de Capra Press, quien aceptó gentilmente publicar Arte y miedo, pese a que ninguno de nosotros supiera en qué estante encajaría mejor el libro; también a su asistente, David Dahl, por su infinita buena voluntad y paciencia respondiendo a nuestras interminables preguntas y peticiones durante estos años. Si empezamos a publicar Arte y miedo en nuestro sello, Image Continuum Press, fue porque, en 2001, Capra Press cerró sus puertas definitivamente.
David Bayles
Ted Orland
Copyright del texto: sus autores
Copyright de la edición: Editorial Gustavo Gili SL