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Guía para hacer tu propia película en 39 pasos

Disponible

¿Alguna vez has soñado con dirigir una película?
¡Ahora puedes rodarla con tu teléfono!

Te contamos en 39 pasos cómo hacer tu propio film. Ya sea para un largometraje o para un clip de Youtube, con esta genial guía, amena y directa, las técnicas del séptimo arte dejarán de ser un secreto para ti.

Preparación: el storyboard, el presupuesto, el equipo, las localizaciones, los ensayos… antes de lanzarte a rodar, que no se te escape nada de los preparativos.

Rodaje: los formatos, la composición, las tomas maestras, el movimiento, el zoom, rodar de noche, grabar diálogos… cada tipo de escena requiere una técnica y te contamos sus claves y trucos fundamentales.

Posproducción: ¿sabías que antes de editar tu película hay que hacer un montón de cosas? Descubre todas las tareas y secretos de la posproducción.

¡Y todo ello salpicado con citas y consejos de Hitchcock, Kubrick, Tarantino y los más destacados maestros del cine! Lánzate a crear tu propia película e invítanos al estreno ;-)

Descripción técnica del libro:

13.5 x 20 cm
136 páginas
Español
ISBN/EAN: 9788425231032
Cartoné
2018 (3ª tirada)


Descripción
Descripción

Detalles

¿Alguna vez has soñado con dirigir una película?
¡Ahora puedes rodarla con tu teléfono!

Te contamos en 39 pasos cómo hacer tu propio film. Ya sea para un largometraje o para un clip de Youtube, con esta genial guía, amena y directa, las técnicas del séptimo arte dejarán de ser un secreto para ti.

Preparación: el storyboard, el presupuesto, el equipo, las localizaciones, los ensayos… antes de lanzarte a rodar, que no se te escape nada de los preparativos.

Rodaje: los formatos, la composición, las tomas maestras, el movimiento, el zoom, rodar de noche, grabar diálogos… cada tipo de escena requiere una técnica y te contamos sus claves y trucos fundamentales.

Posproducción: ¿sabías que antes de editar tu película hay que hacer un montón de cosas? Descubre todas las tareas y secretos de la posproducción.

¡Y todo ello salpicado con citas y consejos de Hitchcock, Kubrick, Tarantino y los más destacados maestros del cine! Lánzate a crear tu propia película e invítanos al estreno ;-)

Little White Lies es una revista británica independiente dedicada a las grandes películas y a los grandes talentos que las hacen posibles. Con su explosiva combinación de periodismo, diseño e ilustración, la revista se ha abierto un merecido hueco en el ámbito de la edición independiente. Truth & Movies es su lema.

Índice de contenidos
Índice de contenidos

Índice

Introducción

Preparación. Prepárate para rodar tu película
Desglose
Storyboards
Roba de los mejores
El esquema
Lista de visionados 1: grandes maestros
Presupuesto
Acepta las limitaciones
Selección del equipo
Lista de visionados 2: colaboradores
Localizaciones
Ensayo
Kit
Lista de visionados 3: innovadores

Rodaje. Crear una película
Formatos
Composición
Rostros
Blanco y negro
Lista de visionados 4: magia monocroma
Situar
Tomas maestras
Plano de dos
Cruzar la línea
El escenario físico
El movimiento
Zoom
Dolly y truck
Lista de visionados 5: planos de seguimiento
Cámara en mano
En interiores
En exteriores
La hora mágica
De noche
Conducir
A hurtadillas
Continuidad
Planos de recurso
Grabar diálogos
Lista de visionados 6: sonido
Sonido ambiente

Posproducción. Construir y mejorar el relato
Organizar
Seleccionar el material
Lista de visionados 7: montajes de los directores
El ritmo
Lista de visionados 8: la edición
La música
Últimos retoques
A la búsqueda de un público

Recursos
Presupuesto
Planificación del rodaje
Equipo necesario
Tabla de tamaños de plano
Planificación de las tomas
Realizar un storyboard
10 recursos principales

Índice temático y onomástico
Procedencia de las citas
Agradecimientos

Lee un fragmento
Lee un fragmento

Extracto de la introducción

"Así que quieres ser cineasta”, le dijo el hombre del parche en el ojo al adolescente flacucho sentado frente a su mesa de despacho. “¿Qué sabes del tema?”

A principios de la década de 1960, un nervioso quinceañero llamado Steven Spielberg fue escoltado hasta las oficinas de John Ford, temida y legendaria figura de Hollywood. Frente al ganador de cuatro Oscar al mejor director —y responsable cinematográfico de películas como The Searchers [Centauros del desierto], Stagecoach [La diligencia] y The Grapes of Wrath [Las uvas de la ira], apiladas allí mismo, en la habitación—, que iba vestido como un cazador de caza mayor y tenía la cara manchada de carmín, el joven se quedó de pie, absorto mirando los cuadros de Frederic Remigton que colgaban de las paredes. Las escenas, líricas y llenas de fuerza, representaban a vaqueros e indios en mitad de paisajes resecos y polvorientos.

“Dime qué ves en este primer cuadro”, gruñó Ford al fisgón advenedizo.
Spielberg empezó a balbucear algo.
“No, no, no”, le interrumpió Ford. “¿Dónde está el horizonte? ¿Eres capaz de encontrar el horizonte? No señales dónde está. Observa el cuadro en su totalidad”.
Spielberg contestó al anciano y entrecano maestro que el horizonte estaba en la parte más baja.
“Bien” dijo Ford. “Cuando llegues a la conclusión de que colocar el horizonte en la parte superior o inferior del encuadre es mucho mejor que en el centro, entonces puede que te conviertas en un buen cineasta. Ahora vete”.

Es fácil pensar que muchas cosas han cambiado en la forma de hacer películas desde la época de aprendizaje de Spielberg, tal como Glenn Frankel relató en su libro The Searchers: The Making of an American Legend (2013), y a nivel técnico es cierto. Hacer películas era un negocio costoso, una actividad creativa que estaba fuera del alcance de la mayoría si no se tenía acceso a una financiación importante y a un equipo profesional. La irrupción de la tecnología digital lo ha cambiado todo. Los medios físicos para realizar una película están ahora en el teléfono que llevamos en el bolsillo.

Lo que no ha variado en los últimos 50 años, o incluso 100, son las reglas básicas que rigen el rodaje de una película. El cine es un lenguaje, y como tal tiene sus propios dialectos, sus propios atajos, sus propias idiosincrasias. Lo que permanece constante son las reglas gramaticales que lo sustentan, todas ellas visibles en las películas y en los programas de televisión que vemos a diario. Este libro trata tanto de ver películas como de hacerlas.

En su documental A Letter to Elia [Una carta a Elia] (2010), una carta de amor a su héroe cinematográfico Elia Kazan, Martin Scorsese cuenta haber visto la película de James Dean East of Eden [Al este del Edén] (1955) una y otra vez: “Cuantas más veces veía la película, más entendía que detrás de la cámara había un artista. Tiempo después volví a verla e intenté comprender cómo la había hecho, por qué me había afectado tan intensamente: analicé el color, la actuación, la edición, la edición del sonido, el movimiento de la cámara, la iluminación. Me puse a estudiarlos”.

Estos son solo algunos de los elementos que se combinan para crear la ilusión cinematográfica. Tanto si se tiene la intención de tomar una cámara y rodar una película, como si simplemente se desea comprender mejor cómo funciona el lenguaje del cine, nada puede sustituir el visionado del mayor abanico de películas posible. Verlas realmente. Desmenuzarlas hasta llegar a sus componentes para descubrir cómo funciona cada uno y conseguir así el deseado efecto emocional o estilístico.

Soy un apasionado del cine que empezó escribiendo sobre películas para justificar así los cientos y cientos de largometrajes que veía año tras año. Cuanto más escribo sobre cine, mayor es mi deseo de comprender cómo y por qué las películas me afectan como lo hacen. Quiero saber qué trucos esconden los magos en su manga buscando los sutiles secretos que revelan en la pantalla.

No cuesta nada darse cuenta de las características que comparten incluso los autores más dispares; la forma en que distintos planos o movimientos de cámara, patrones de edición o efectos de iluminación crean determinadas atmósferas. En gran medida se trata de ver las películas de forma distinta, con más objetividad. Los cineastas no quieren que pensemos conscientemente sobre lo que hacen con la cámara, porque esto despista al espectador del momento que están intentando crear. La dirección en realidad consiste en desviar la atención. Sin embargo, todo está ahí si sabemos dónde mirar.

Este no es un manual técnico, sino más bien una guía ilustrada para comprender mejor cuáles son los medios para conseguir las metas cinematográficas que nos hemos propuesto. Al descomponer el proceso de realización de una película en sus partes constitutivas, podemos ver no solo cómo conseguir un efecto determinado, sino también qué significa y cómo utilizarlo de forma eficaz. Sin embargo, no te conformes con lo que yo digo; busca los ejemplos utilizados para ilustrar cada capítulo. Observa de qué forma los grandes maestros del cine construyen una escena utilizando los elementos de los que aquí se habla. Encuentra también tus propios ejemplos. Compáralos entre sí, observa cómo se aplican los recursos o cómo se pueden adaptar a las necesidades de tu propia escena.[...]

Copyright del texto: sus autores
Copyright de la edición: Editorial Gustavo Gili SL

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