Diseminaciones
Semillas para el pensamiento arquitectónico

Un libro de Juhani Pallasmaa

Disponible

Una iluminadora síntesis e introducción a la obra y el pensamiento de Juhani Pallasmaa.

Juhani Pallasmaa es uno de los arquitectos y teóricos de la arquitectura de mayor influencia y reconocimiento internacional. Autor de numerosas publicaciones y ensayos, en esta compilación de extractos de su obra accedemos a sus teorías y conceptos clave sobre psicología, filosofía, artesanía y teoría arquitectónica y del arte. 

Desde el espacio vivido y los olores en la arquitectura, pasando por la hapticidad y la belleza biofílica, hasta la inteligencia atmosférica y la mano que piensa, los conceptos reunidos en este diccionario nos dibujan un espléndido mapa teórico a través del que ahondar en uno de los pensamientos más relevantes de las últimas décadas. 

¡TAMBIÉN DISPONIBLE EN EBOOK AQUÍ!

Descripción técnica del libro:

14 x 21,5 cm
464 páginas
Español
ISBN/EAN: 9788425233494
Rústica
2022
Descripción
Descripción

Detalles

Una iluminadora síntesis e introducción a la obra y el pensamiento de Juhani Pallasmaa.

Juhani Pallasmaa es uno de los arquitectos y teóricos de la arquitectura de mayor influencia y reconocimiento internacional. Autor de numerosas publicaciones y ensayos, en esta compilación de extractos de su obra accedemos a sus teorías y conceptos clave sobre psicología, filosofía, artesanía y teoría arquitectónica y del arte. 

Desde el espacio vivido y los olores en la arquitectura, pasando por la hapticidad y la belleza biofílica, hasta la inteligencia atmosférica y la mano que piensa, los conceptos reunidos en este diccionario nos dibujan un espléndido mapa teórico a través del que ahondar en uno de los pensamientos más relevantes de las últimas décadas. 

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Juhani Pallasmaa (Hämeenlinna, 1936) es arquitecto y trabaja en Helsinki. Fue profesor de arquitectura en la Universidad Politécnica de Helsinki, director del Museo de Arquitectura de Finlandia y profesor invitado en diversas escuelas de arquitectura de todo el mundo. Autor de numerosos artículos sobre filosofía, psicología y teoría de la arquitectura y del arte, su libro Los ojos de la piel (2006) se ha convertido en un clásico de la teoría de la arquitectura y es de lectura obligatoria en diferentes escuelas de arquitectura de todo el mundo. Pallasmaa es también autor de La mano que piensa (2012), La imagen corpórea (2014), Habitar (2016) y Esencias (2018), todos ellos publicados por la Editorial GG.

Índice de contenidos
Índice de contenidos

PrólogoJuhani Pallasmaa  9

 

A

Agua y tiempo  19
El ahora y la eternidad  20
Amplificadores de emociones  22
Anonimato  24
Arquitectura, realidad y yo  25

Arquitectura animal  26

La arquitectura como disciplinaimpura  36

Arquitectura como experiencia  39
La arquitectura es espacio mentalconstruido  42

Arquitectura frágil  43
Arquitectura funeraria  48

Arquitectura y biología  57
Arquitectura y ser  61

El arte como representacióny realidad  62

Arte versus ciencia I  65

Arte versus ciencia II  68
Artesanía  71

Artistas como fenomenólogosy neurólogos  76

Artistas versus arquitectos  80

Atmósferas en la arquitectura  81

Atmósferas en las artes  86

 

B

Belleza  91
Belleza biofílica  94

Belleza y ética  96

Belleza y tiempo  103

 

C

Cine y arquitectura  105

Cine y pintura  112

Cliente ideal  114
Colaboración  114
La complejidad de la simplicidad  116
Comprensión corpórea  122
Condensar  126
Conmoción  126
Conocimiento y pensamiento corpóreos  127

Cortesía arquitectónica  129
Culto a la personalidad  130

 

D

Dibujar a mano  133

Dibujo  134

 

E

Eco emocional  143

Educación  144

Elementarismo  145

Emociones  147

Emociones y pensamiento creativo  149

Empatía  152

Encuentro con la arquitectura  154

Escaleras del cine  156

Espacio-tiempo  159

Espacio e imaginación  162

Espacio existencial I  163

Espacio existencial II  164

Espacio vivido  165

Estar en el mundo  168
Estetización  171

Evocación  173

Existencia corpórea  173

La experiencia tiene una esencia multisensorial  175

Experiencias relacionales   177

 

F

Fenomenología de la arquitectura  181

Filosofía en la carne  185

Fragmentos  188

Fusión del yo y el mundo  190

 

G

Generosidad  193

 

H

Hapticidad  197

Hogar  199

Horizontes de significado  199

Humildad  202

 

I

Ideales  205

Identidad  207

Imágenes liberadoras versus imágenes avasalladoras  209

Imaginación creativa  211

Imaginación sincrética  213

Imaginario  214

Imperfección  215

Incertidumbre  216
Inteligencia atmosférica   220

Intercambio  221

Interpretación inversa  222

J

Jugar con formas  225

 

L

El lenguaje de la materia  229
Libros (y arquitectura)  231

Límites  235

Límites e inmensidad  237

Luz  238

 

M
La mano computarizada  249
La mano que piensa  255
Materia y tiempo  259

Memoria  264
Memoria corpórea  267

Metáfora  268

Microcosmos  272

Mito  273

Modos de pensamiento  275

Museos del tiempo  275

 

N

Nihilismo  279

Nomadismo y movilidad  280

Nostalgia  284

Novedad  288

 

O

Una obra de arte es…  295

Ojos  296
Olores  299
Olores en la arquitectura  301

Olvidar  302

Optimismo  304
Ordenador e imaginación  304

P

Paisaje físico y mental  307

Perfección y error  308

Pintor, arquitecto y cirujano  312

Pintura y arquitectura  313
Proceso de diseño  316

Profundidad  317

 

R

Racionalización de la arquitectura  321

Raíces y biología  324

Realidad e imaginación  326

Realidad versus símbolo  327

Realismo e idealización  329

Reconciliar  331

Recuerdos colectivos  332

Recuerdos espaciales  332

Ruinas  334

 

S

Sacralidad  337
El sentido atmosférico  341

Sentidos I  343

Sentidos II: ¿cuantos  sentidos

tenemos?  344

Ser humano  347

Significado  349

Silencio, tiempo y soledad  350

Símbolo  352

Sin hogar  353

Sinestesia  355

Sonido  359

Sostenibilidad  362

Sublime  364

 

T

Tacto  369

Tacto y materialidad de la luz  373

Las tareas de la arquitectura  380

Las tareas del arte  384

Teorizar la arquitectura  386

Tiempo  391

Tiempo presente del arte  395

Tiempo y eternidad  395

¿Trabajo creativo en equipo?  397

Tradición  398

Tríada  408

 

U

Universo digital  411

 

V

Velocidad  415

Velocidad y tiempo  416
Verbos versus sustantivos  421

Visión desenfocada  422
Visión periférica  424

 

 

 

Diseminaciones: semillas para el pensamiento arquitectónico

Matteo Zambelli  430

 

Índice de nombres y materias  457

Lee un fragmento
Lee un fragmento

Nunca tuve la intención, o decidí de una manera deliberada, hacerme escritor, crítico o teórico de arquitectura. Pasé imperceptiblemente de mi práctica arquitectónica a pensar y escribir sobre esta forma de arte, y durante casi una década desde que cerré mi estudio de arquitectura, he estado escribiendo prácticamente a tiempo completo.

Escribí mi primer artículo en 1966 y durante los últimos años he escrito un ensayo, una conferencia o un prólogo de un libro de otra persona aproximadamente cada dos semanas. Hasta ahora he publicado más de sesenta libros y más de cuatrocientos ensayos. Confieso que poco a poco he ido desarrollando una forma de escribir similar a mi forma de proyectar. Escribo de forma espontánea, sin un esquema ni un plan claro, del mismo modo que solía esbozar mis proyectos de arquitectura. Siento que realmente no he cambiado de oficio, ya que sigo haciendo lo mismo: imaginar situaciones arquitectónicas, encuentros y experiencias, ahora en palabras en lugar de en forma y materia.

A finales de la década de 1970 leí La poética del espacio,[1] de Gaston Bachelard (libro que me señaló Daniel Libeskind en la librería de la Cranbrook Academy), y me abrió un nuevo mundo, el reino de la imaginación poética y de las imágenes, un mundo en el que se unen la percepción, el pensamiento, la imaginación y los sueños. Me di cuenta de que el mundo no existe de manera objetiva, pues fundamentalmente es fruto de nuestra propia creación mental y perceptiva. Tomé conciencia del fundamento existencial y poético de la arquitectura frente a la estética visual, las composiciones o las cuestiones utilitarias. Empecé a leer la obra de filósofos, de psicólogos de la creatividad, de científicos, principalmente físicos y naturalistas, y más tarde también neurocientíficos. También he leído con entusiasmo novelas y poesía. Los libros abren mundos maravillosos, los de la imaginación, los mundos más significativos para mí.

En 1985, escribí un ensayo titulado “The Geometry of Feeling”,[2] que más tarde se ha vuelto a publicar como ejemplo de fenomenología arquitectónica en algunas antologías sobre escritura y teoría de la arquitectura. Debo decir honestamente que solo mientras trabajaba en ese ensayo tomé conciencia de la fenomenología como una línea de investigación filosófica, y añadí un breve capítulo sobre este enfoque filosófico en este ensayo, principalmente con el propósito de aclarar mi propio punto de vista. Sin embargo, no pretendo ser un fenomenólogo, debido a mi falta de formación filosófica formal. Prefiero decir que mis puntos de vista actuales sobre la arquitectura y el arte son paralelos a lo que para mí es la postura fenomenológica. Mi “fenomenología” surge de mi medio siglo de experiencias como arquitecto, profesor, escritor y colaborador de numerosos artistas, así como de mis muchos viajes por el mundo y mis vivencias en general.

El fenomenólogo holandés Jan Hendrik van den Berg sostiene, de una manera sorprendente: “Los pintores y los poetas son fenomenólogos natos”.[3] El neurobiólogo Semir Zeki, que estudia la base neurológica del arte y la estética, establece un argumento paralelo: “La mayor parte de los pintores también son neurólogos”,[4] en el sentido de que entienden intuitivamente los principios neurológicos de las actividades cerebrales. Estas afirmaciones hablan del poder de la intuición del artista. Creo que yo también soy un “fenomenólogo nato” a causa de mis experiencias y observaciones formativas infantiles en la humilde casa de campo de mi abuelo campesino en Finlandia central durante la II Guerra Mundial, de 1939 a 1945. Mi pensamiento representa esencialmente “la fenomenología de un campesino” refinado por mi posterior compromiso con el mundo artístico. Sin embargo, en los últimos años, he tenido la oportunidad de dar conferencias junto con algunos de los principales fenomenólogos en diversos países.

Entiendo la fenomenología según la entendía el fundador del movimiento, Edmund Husserl, como “mirada pura”, un encuentro inocente e imparcial con los fenómenos, de igual modo que un pintor mira un paisaje, un poeta busca una expresión poética para una experiencia humana particular y un arquitecto imagina un espacio significativo desde un punto de vista existencial. También he entendido que el significado original del término griego theorein era ‘observar’, no ‘especular’. Mi teoría consiste en mirar intensamente las cosas para ver sus esencias, sus conexiones, sus interacciones y sus significados. También siento simpatía por la visión de la ciencia de Johann Wolfgang von Goethe, que él llamó zarte Empirie [empirismo delicado],[5]un pensamiento que aspira a observar sin cambiar y violar el fenómeno en cuestión. Escribo a la manera asociativa de los ensayos literarios y no dudo en combinar hallazgos científicos con observaciones experienciales y sensoriales o formulaciones fenomenológicas. También trato de dotar a mis escritos de valor literario tras darme cuenta de que las cualidades estéticas del lenguaje hacen al lector más receptivo; recibe, así, simultáneamente el significado intelectual y un impacto estético y emotivo.

En El libro del desasosiego, el poeta portugués Fernando Pessoa —quien escribía bajo cincuenta y dos seudónimos— confiesa: “Fui un poeta animado por la filosofía, no un filósofo con facultades poéticas”.[6] Como carezco de formación académica en filosofía, y parafraseando la confesión de Pessoa, desearía ser un arquitecto animado por la filosofía, no un filósofo con intereses arquitectónicos. Debo confesar que soy un pensador aficionado, aunque he leído numerosos libros de filósofos debido a mi interés por el enigma de la existencia humana, la conciencia y la esencia del conocimiento. Me considero un artesano y un aficionado, e incluso he desarrollado un atisbo de pericia, como declara el poeta Joseph Brodsky: “En el ámbito de la escritura lo que acumulas no es pericia, sino incertidumbres”.[7] En mi larga experiencia como arquitecto y diseñador, me he vuelto cada vez más inseguro, pues la ampliación del conocimiento complica la realidad en lugar de simplificarla.

Me han impresionado especialmente los escritos de Maurice Merleau-Ponty, cuyo pensamiento me ha parecido inspirador, abierto y optimista. Es un filósofo verdaderamente poético cuyas expresiones a menudo poseen la magia del arte. Su filosofía me ha hecho comprender la forma quiasmática en la que se entrelazan los mundos mental y material, y esa mirada ha abierto para mí nuevas formas de entender los fenómenos artísticos y arquitectónicos. Mi pensamiento fenomenológico comenzó con un interés por los sentidos, lo que me llevó a criticar la hegemonía de la visión en la cultura occidental. Este dominio ya apareció en la filosofía griega, y ha sido acelerado dramáticamente por la tecnología, especialmente la escritura y la impresión mecánica, como Walter J. Ong ha sugerido de manera convincente en Oralidad y escritura.[8]

Después de varias décadas trabajando en proyectos, pensamiento y escritura, estoy convencido de que el sentido más importante en la experiencia arquitectónica no es la visión, sino el sentido existencial, nuestro sentido del yo. Existimos en “la carne del mundo”,[9] por emplear una idea de Merleau-Ponty, y 
la arquitectura nos da nuestro punto de apoyo en esta misma carne. También me he convencido de que las percepciones periféricas y desenfocadas, y la comprensión de la naturaleza de la realidad existencial humana es más importante en la arquitectura que nuestras percepciones enfocadas. El continuum de la memoria, la percepción y la imaginación también es más esencial que las sensaciones aisladas. Simplemente, la visión enfocada nos convierte en forasteros, mientras que abrazar las percepciones periféricas y difusas nos convierte en infiltrados y partícipes. Esta visión hace que el dominio formal y geométrico en la teoría y la educación de la arquitectura sea cuestionable en comparación con un entendimiento existencial, experiencial y atmosférico.

En 2010, mientras traducía dos de mis libros al italiano, el arquitecto y profesor Matteo Zambelli me sugirió la idea de recopilar una selección de extractos de mis textos en forma enciclopédica, organizados alfabéticamente sobre la base de palabras clave que identificasen el contenido de los capítulos seleccionados. Como tiendo a escribir en fragmentos, o párrafos semiautónomos, en lugar de aspirar a forjar una narrativa continua sin fisuras, acepté de inmediato la idea. En el momento de nuestra conversación, hace casi nueve años, había publicado alrededor de cuarenta y cinco libros y unos trescientos cincuenta ensayos, prefacios y entrevistas, principalmente sobre visiones experienciales y filosóficas de la arquitectura y las artes (varios de ellos publicados por la editorial londinense John Wiley & Sons), y consideré que habría suficiente material para un libro basado en la idea de Matteo. Al tiempo que la idea de una “enciclopedia” de mis escritos sonaba algo pretenciosa, también parecía proyectar una actitud relajada al considerar los ensayos individuales como mero material para una entidad previamente no meditada.

El libro fue publicado en italiano,[10] y ahora que escribo el prólogo de la versión inglesa ampliada, el número total de mis libros supera los sesenta y debo haber publicado más de cuatrocientos artículos y ensayos. El número de entradas de la edición inglesa también duplica el de la italiana. Como los estudiantes de hoy tienden a leer fragmentos cortos en lugar de ensayos o libros enteros, una colección de capítulos condensados sobre distintos temas podría resultar atractiva para ellos.

Mi forma de pensar y escribir consiste en centrarme en un tema o un punto de vista a la vez, registrar mis observaciones, pensamientos y asociaciones sobre dicho tema y pasar al siguiente punto de vista o tema de mi interés, relacionado con el asunto principal. Mi proceso de escritura, en gran parte, se genera a sí mismo al tiempo que las ideas surgen en el propio acto de escribir. La mayor parte de mis ensayos están escritos originalmente como conferencias para ser ilustradas con un gran número de imágenes asociativas siguiendo una lógica visual propia, lo que ha respaldado aún más la estructura interna aditiva de mis escritos. Como resultado de mi forma de escribir, los ensayos son esencialmente un collage de capítulos, y a menudos sigo moviendo los diversos “elementos” durante el proceso de escritura. Por lo general, también utilizo una serie de citas que enfatizan aún más el carácter de collage de mis textos. La razón principal para el uso extensivo de citas es ubicar mis pensamientos en un continuum de pensamiento, en lugar de presentar ideas como puntos de vista personales e independientes. Además, no creo en grandes verdades ni teorías, y prefiero depositar mi confianza en la sinceridad de los puntos de vista momentáneos y las observaciones de las situaciones. Las observaciones y las ideas dependen del punto de vista de cada uno (un punto en la evolución del pensamiento en esa área específica del pensamiento) y, por tanto, las observaciones y los argumentos cambian según cambie el punto de observación. Por lo general, no estoy de acuerdo conmigo mismo durante demasiado tiempo.

El collage, la compilación, el ensamblaje, el montaje y la sintaxis de la expresión cinematográfica me han parecido próximas durante mucho tiempo a mi forma de pensar y a mi sensibilidad estética. El collage se basa en un diálogo interno entre las partes que produce nuevos significados entre ellas, que, sin embargo, sigue teniendo cierto grado de autonomía e identidad propia. Esta compleja interacción proyecta significados inesperados en la totalidad. A menudo, el collage de imágenes o textos provoca conflictos, temas irreconciliables y yuxtaposiciones no resueltas. Busco deliberadamente conflictos internos en mis escritos. Como consecuencia de estas aspiraciones, diversas partes de mis ensayos pueden desconectarse con bastante facilidad de la continuidad del texto y presentarse como declaraciones, credos o proposiciones autónomas.

Las entradas de la enciclopedia real son redactadas en torno a conceptos, temas y materias singulares, y cada una gira coherentemente en torno a esos mismos temas. Romper los ensayos en pedazos según su contenido específico y ponerles nuevos títulos es un proceso inverso. Como consecuencia, la mayor parte de los capítulos fragmentados también podrían clasificarse de manera diferente y caracterizarse por palabras clave alternativas. Por tanto, esta “enciclopedia” de mis escritos seguramente será una casi enciclopedia, una de las muchas compilaciones alternativas.

Cuando se escribe con una ambición literaria, como sucede con los ensayos, la intensidad del argumento varía intencionalmente; hay partes que tienen un peso particular, incrustadas en párrafos de menor importancia y densidad de contenido. La separación de ideas de su contexto general intensifica de forma natural la densidad de la compilación de los capítulos separados, ya que se pierde el ritmo literario. Aislar los capítulos también tiende a darles un aire un tanto aforístico y un significado forzado, que puede no representar el tono del extracto en su contexto original.

También debe tenerse en cuenta que todos los extractos se publican en su forma original, sin eliminar repeticiones.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Quiero dar gracias al editor, Paul Sayer, y a la correctora Nora Naughton.

Dedico un agradecimiento especial a Matteo Zambelli por su idea de reunir en esta enciclopedia una veintena de mis escritos, y su arduo trabajo en la reestructuración de una gran compilación de mis ideas. Desmantelar mis propios textos me hubiera resultado psicológicamente imposible. En este contexto enciclopédico inesperado, tiendo a leer las distintas entradas con cierto distanciamiento, como si realmente las hubiera escrito otra persona. Incluso en un proceso de escritura normal, la identificación personal y la intimidad del texto sigue cambiando, y en su finitud ya no se siente como algo propio y sobrevive independientemente de uno.

 

Juhani Pallasmaa, 13 de junio de 2019

 

 



[1] Bachelard, Gaston, La Poétique de l’espace, Presses Universitaires de France, París, 1957 (versión castellana: La poética del espacio, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 1965).

 

[2] Pallasmaa, Juhani, “Geometry of Feeling: A Look at the Phenomenology of Architecture. Part 1”, Arkkitehti, núm. 3, Helsinki, 1985, págs. 44-49.

 

[3] Van den Berg, Jan Hendrik, The Phenomenological Approach to Psychiatry; An Introduction to Recent Phenomenological Psychopathology, Thomas, Springfield (Illinois), 1955, pág. 61. Citado en Bachelard, Gaston, op. cit.

 

[4] Zeki, Semir, Inner Vision: An Exploration of Art and the Brain, Oxford University Press, Oxford, 1999, pág. 2 (versión castellana: Visión interior: una investigación sobre el arte y el cerebro, A. Machado Libros, Madrid, 2005).

 

[5] Seamon, David y Zajonc, Arthur (eds.), Goethe’s Way of Science, State University of New York Press, Albany, 1998, pág. 2.

 

[6] Pessoa, Fernando, Livro do desassossego (1915-1932) (versión castellana: El libro del de­sasosiego, Seix Barral, Barcelona, 2011).

 

[7] Brodsky, Joseph, “Less than One”, en Less than One, Farrar, Straus & Giroux, Nueva York, 1997, pág. 17 (versión castellana: “Menos que uno”, en Menos que uno. Ensayos escogidos, Siruela, Madrid, 2006, pág. 25).

 

[8] Ong, Walter J., Orality & Literacy: The Technologizing of the Word, Routledge, Londres/Nueva York, 1991 (versión castellana: Oralidad y escritura. Tecnologías de la palabra, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 1987). 

 

[9] Merleau-Ponty describe la idea de “carne” en Le Visible et l’invisible: suivi de notes de travail, Éditions Gallimard, París, 1964 (versión castellana: “El entrelazo – el quiasmo”, en Lo visible y lo invisible, seguido de notas de trabajo, Seix Barral, Barcelona, 1970). 

 

[10] Fratta, Mauro y Zambelli, Matteo (eds.), Juhani Pallasmaa, Lampi di pensiero. Fenomenologia della percezione in architettura, Pendragon, Bolonia, 2011.

 

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