A través de 31 lecciones prácticas y sencillas, la acuarelista y profesora estadounidense Jeanne Dobie nos abre las puertas a una nueva manera de pensar el color que nos permitirá desbloquear nuestra creatividad y encontrar el modo de expresarnos a través del arte.
Elaborar una paleta de pigmentos puros, entender el avance y el retroceso de los colores cálidos y fríos, generar atmósferas con veladuras, crear puentes cromáticos, aprender a camuflar con color, planificar los blancos y las sombras...
Publicado originalmente en 1986 y convertido en todo un referente, este práctico manual nos ofrece las claves para entender no solo cómo actúan los colores y cómo se relacionan entre sí, también otros aspectos esenciales en la creación pictórica como la composición y el diseño.
Introducción 6
Compromiso con la excelencia
1. La paleta de pigmentos puros 10
Crea con una paleta personal
2. El poderoso “efecto ratón” 14
Consigue grises luminosos
3. Colores octánicos 21
Consigue colores potentes
4. Verdes, verdes y más verdes 26
Afronta el desafío del verde
5. Avance y retroceso de los cálidos
y los fríos 33
Crea distancia y atmósfera
6. Avance, retroceso y giro 40
Consigue que las formas sean tridimensionales
7. Oscuros brillantes 48
Aprovecha al máximo los tonos oscuros
8. Colores vibrantes 55
Haz vibrar los colores
9. Blancos resplandecientes 60
Refina los sutiles matices del blanco
10. El arte de no mezclar 66
Superpón capas con veladuras
11. Veladuras que crean atmósfera 74
Trabaja con veladuras degradadas
12. Una visión de varias capas 79
Usa las veladuras de forma creativa
13. De error a acierto 84
Corrige con veladuras
14. De corriente a extraordinario 89
Transforma una pintura con veladuras
15.Puentes cromáticos 93
Crea transiciones entre colores
16. Camuflaje cromático 97
Usa el color para ocultar
17. Pasajes pictóricos 102
Entreteje el color y el espacio
18. Vibraciones cromáticas 106
Recurre a la tensión visual
19. El color como patrón abstracto 111
Diseña con colores vibrantes
20. Composición cromática 113
Organiza el diseño cromático
21. Doce formas 118
Piensa las formas
22. Formas más valor más color 125
Un planteamiento integral
23. Formas sin pintar 130
Utiliza el papel en blanco
24. Más allá del motivo principal 136
Busca la relación
25. Divisiones originales 141
Crea formas dinámicas
26. Los valores exactos 146
Desarrolla una sólida base de valores
27. Un toque sutil 150
Maneja una masa de tonos intermedios
28. El impacto del blanco 155
Planifica el patrón de blancos
29. El acompañante oscuro 159
Diseña un patrón de sombras
30. Una luz personalizada 164
Cambia el patrón de tonos claros
31. El patrón como motivo 169
Mejora aún más un buen diseño
Conclusión 176
Libera tu creatividad
Agradecimientos 178
Índice alfabético 180
Compromiso con la excelencia
Cuando eres artista eres capaz de transformar un motivo cotidiano, como los platos en el fregadero o lo que se ve desde la puerta trasera de casa, en una pintura. ¿Crees que tener una serie de colores, pinceles y papeles, y conocer las fórmulas pictóricas y los esquemas triádicos te ayudará a ser mejor artista? Lo cierto es que te sería más útil poder asomarte a la mente de un gran maestro. Qué emocionante sería saber lo que piensa ese artista, entender sus planteamientos, quedar expuestos a la percepción imaginativa que da lugar a un cuadro.
Este libro pretende acercarte a los esquivos procesos que pueden transformar un motivo normal y corriente en una obra extraordinaria. ¡Lo importante es utilizar el cerebro más que el pincel! Aunque una imagen resulta claramente visible al ojo, es la mente la que le da una luminosidad tangible e intensa, la que la transforma en un cuadro magnífico. Si no, lo único que hacemos es reproducir mecánicamente lo que ven nuestros ojos. Hace poco, dando clases en el Medio Oeste de Estados Unidos, me encantó tener a los alumnos a mi alrededor sin pintar un paisaje. Tras una clase “alucinante”, se sumergieron en sus propios pensamientos, en vez de lanzarse de cabeza a las pinturas.
“Viaje alucinante” es como llaman mis alumnos a mis clases, y por una buena razón. Están concebidas para estimular nuevas formas de plantearse los cuadros; para desafiar viejos hábitos, clichés y bloqueos mentales; en resumen, para ejercitar la mente. Por desgracia, somos nosotros quienes nos ponemos limitaciones y barreras. Nos encerramos rodeados de fórmulas, normas, esquemas que nos limitan y al hacerlo levantamos barreras de forma inconsciente. Recuerda: cuanto más sencilla es la fórmula, menos usas la mente. Cuanto menos usas la mente, menos creativo es tu trabajo. Como alternativa a las normas, mis clases permiten comprender cómo se estructura un cuadro, de manera que tú, el artista, puedas pintar cualquier cosa, cualquier lugar del mundo. Proporcionan una base para saltar obstáculos y llegar mucho más lejos. La capacidad de crear se traduce en lecciones concretas, explicadas con claridad y sencillez.
El libro consta fundamentalmente de dos partes, que te permiten explorar el color y la composición en profundidad. Creo que esas dos disciplinas tienen
el mismo peso, son igual de importantes para el éxito de un cuadro. Lamentablemente, la composición es, con demasiada frecuencia, el primer componente que se enseña y, hasta mucho después, nadie te dice que también hay que “añadir” el color. Yo prefiero empezar con enfoques de color estimulantes que desencadenen reacciones creativas, porque los artistas responden de forma natural con la emoción.
A medida que avances con las primeras lecciones, el misterio de mezclar los colores debería desaparecer. Utilizando una paleta de pigmentos puros, descubrirás todo un abanico de mezclas limpias y transparentes. Cada lección amplía tu vocabulario del color, desde grises luminosos hasta oscuros brillantes, pasando por tonos intensos. También hay que aprender el arte de no mezclar (trabajar con veladuras) e información sobre las interacciones de color y las ilusiones ópticas. Cualquiera que sea tu elección, no te saltes la lección esencial de las “doce formas”, requisito indispensable para componer. Esta lección es fundamental, ya que te enseña a desmontar la composición en formas, valores y colores, y volver a montarla... ¡a tu manera!
Para mí, la emoción de enseñar radica en ver madurar el talento. No hay nada más gratificante para un docente que ver el asombro ante el color y la composición de un principiante, algo que incluso los profesionales que asisten a los talleres envidian. Después de todo, ¿por qué no empezar desde el principio para encauzar tu línea de pensamientos por los canales de la imaginación? ¿Para qué esperar hasta que tengas más experiencia con aguadas y otras técnicas? El arte tiene poco que ver con el resultado final y mucho con dar significado y contenido a tu obra. Lo importante no es cuántos cuadros pintas o la calidad de la técnica; lo importante es cuán bien pensada está la obra.
¿Alguna vez te has preguntado por qué algunos artistas de talento se quedan en eso, mientras que otros llegan a la cumbre? Ocurre porque los artistas serios se atreven a dar un paso más allá e incluso otro más. Lamentablemente, otros no llegarán a innovar porque los asusta probar cosas nuevas. No te conformes con pintar de la misma forma, al mismo nivel, dependiendo de tríadas de color y fórmulas compositivas para conseguir las mismas pinturas seguras y trilladas. Recuerda que nadie nace ganador. ¡Atrévete a probar nuevos enfoques para ampliar tus horizontes!
Si tu objetivo es desarrollar toda tu creatividad, y distinguirte así de los demás, aprovecha el conocimiento de todas las facetas de la pintura que tienes a tu alcance y úsalas a tu antojo para dar forma a tu producción creativa individual. Espero que este libro te acompañe en tu camino hacia ese objetivo, que sea un libro de consulta y una guía que te prepare para nuevos retos y potencie tu aprendizaje en el futuro.
Copyright del texto: su autora
Copyright de la edición: Editorial GG SL