Esta publicación surge de una iniciativa del College of Architecture del Illinois Institute of Technology (IIT) y del Premio Mies Crown Hall de las Américas (MCHAP), un galardón lanzado por esta institución en 2013 con el objetivo de poner en valor la arquitectura del continente americano.
Lejos de ser un catálogo de premio de arquitectura al uso, el libro y el premio sirven como punto de partida para reflexionar sobre diversos temas de la arquitectura actual. Las siete obras premiadas y finalistas (Herzog & de Meuron, Steven Holl, Cristián Undurraga, OMA + REX, Smiljan Radic, Rafael Iglesia y Álvaro Siza) sirven como hilo conductor para enlazar una serie de ensayos visuales y textos que abordan algunos de los temas fundamentales que afectan al territorio, la arquitectura y la cultura americanos: movilidad e infraestructuras, tentativas privadas y públicas, almacenamiento enciclopédico, cajas de herramientas, culto y territorio, encuentros y, finalmente, densidades.
El libro constituye, en definitiva, un compendio de materiales diversos, (algunos de ellos escritos expresamente para esta edición y otros de ellos, ya clásicos, recuperados para esta ocasión) que trata de profundizar y abrir nuevas vías en el debate arquitectónico actual.
Extracto de la introducción
LAS AMÉRICAS. UN MUNDO MARAVILLOSO
Wiel Arets
Hacia una metrópolis híbrida
Si en 1875 Julio Verne pudo escribir La vuelta al mundo en ochenta días fue porque el canal de Panamá llevaba abierto desde 1869. De hecho, aquel itinerario de Londres a Londres inauguró el turismo de masas en condiciones de comodidad. Hay que fijarse en todas las imágenes que aparecen en el folleto. Hasta entonces, un viaje se asociaba a la idea de una expedición, de una serie de descubrimientos, de una aventura, de una investigación y de un proyecto científico relacionado con un contenido específico; se asociaba con la idea de correr riesgos, de pasar incomodidades y de vivir desafíos, pero nunca con una idea de confort. De esta manera, este comienzo de un mundo moderno que menguaba y nos resultaba más cómodo modificó en gran medida la metrópolis.
La obra magna de Alexander von Humboldt, Cosmos: ensayo de una descripción física del mundo, podría considerarse como una de las publicaciones más importantes del siglo xix; Von Humboldt fue un pensador iluminado que colocó a las Américas en el mapa. Para él la Tierra era una unidad natural en la que todo estaba interconectado. Durante sus expediciones autofinanciadas, que pusieron en riesgo extremo su vida, Von Humboldt identificó zonas ecológicas, de vegetación y climáticas, y confirmó que eran superficies curvas a lo largo de todo el globo. En su Naturgemälde der Anden, resumió el microcosmos en un único dibujo, una sección transversal del volcán Chimborazo —una cumbre de 5.917 m de altura a la que él mismo llegó más alto que nadie hasta entonces— en la que plasmó la naturaleza cohesiva como un conjunto viviente, la relación de cada componente con el todo: la unidad en la infinita variedad. Se quedó fascinado por las minas, los volcanes, las plantas, los animales y las culturas indígenas de toda América. Vivió en el Amazonas, aprendió las lenguas nativas con el fin de estudiar los monumentos incas y llevó a cabo un estudio sobre el clima de Lima. Su encuentro con Thomas Jefferson en Washington estuvo dominado por las ideas de libertad de pensamiento, y de la propia naturaleza como una de las riquezas de la libertad.[...]
Copyright del texto: sus autores
Copyright de la edición: Editorial Gustavo Gili SL