¿Crees que dibujar perspectivas es difícil? ¿Te parece que captar la profundidad del espacio, calcular las proporciones o incluso jugar con ellas es solo para expertos? ¡Estás totalmente equivocado! Tienes en tus manos el manual 100% práctico destinado a dibujar in situ perspectivas técnicamente perfectas.
Sin esquemas complicados ni teorías rebuscadas, estas páginas te enseñarán un sinfín de trucos y consejos para encontrar la línea de horizonte y las aristas que estructuran los dibujos, definir los puntos de fuga, medir las inclinaciones o realizar los trazos ordenadamente. ¡La guía más clara y sencilla para descubrir algunos de los secretos mejor guardados de los urban sketchers!
Índice
La línea del horizonte
La arista más cercana
Regla número 1
Regla número 2
Tomar medidas
Perspectiva y profundidad
Consejos, trucos y estrtagemas
Jugar con la perspectiva
Texto de la introducción
Introducción
Antes de entrar en materia (el temido asunto de la perspectiva), unos breves consejos y datos importantes.
¿Por qué empezar por la perspectiva?
El aprendizaje del dibujo pasa por el dominio de cierto número de aspectos relacionados con la observación, el gesto, la luz, el color, la profundidad, los contrastes y, desde luego, la famosa perspectiva. Construimos el armazón de nuestro dibujo fijándonos en referencias, de modo que me parece lógico invitaros a comenzar dicho aprendizaje por la perspectiva.
¿Dibujamos lo que vemos o lo que conocemos?
A lo mejor ya os habéis dado cuenta: una de las reglas de oro es dibujar lo que vemos, y no lo que conocemos. Por ejemplo: sabemos que las hojas del abeto son agujas, si bien de lejos no discernimos más que una masa de follaje, y no esas agujas propiamente. Otro ejemplo bastante habitual: encontraros dibujando los cristales de una ventana entornada aunque desde donde os encontráis no puedan verse. En el muy específico caso de la perspectiva os recomiendo que no os esforcéis en distinguir a cualquier precio si, pongamos, una línea sube o baja. Muy a menudo, quienes lo pasan mal con la perspectiva son quienes se obstinan en buscarla a toda costa.
Aprended las reglas de la perspectiva y aplicadlas casi con testarudez, incluso cuando el ojo os empuje a hacer lo contrario.
A propósito del dibujo a partir de fotografías
Entre el objetivo gran angular que deforma la imagen y la ausencia de una visión en tres dimensiones (anchura, altura y profundidad), dibujar a partir de fotos no ayudará en nada a la hora de aprender perspectiva. En términos más generales, os invito de todas maneras a darle siempre prioridad al dibujo al natural, mucho más ilustrativo e incomparablemente más satisfactorio. Cuando no os sea posible por una cuestión de tiempo, dibujad vuestra casa, cocina, salón, buhardilla, garaje...; perspectivas no faltan en ningún sitio.
Tipos de línea
Para simplificar, partamos de la idea de que existen 4 tipos de línea: horizontales (paralelas al plano), verticales (perpendiculares al plano horizontal), oblicuas (ni paralelas ni perpendiculares al plano) y curvas. En lo relativo a la perspectiva, nos interesarán sobre todo las líneas horizontales y, en menor grado, las curvas.
A propósito de los trazos rectos
Hacer trazos bien rectos no es, ni mucho menos, lo más importante, y casi diría que mejor que no sean totalmente rectilíneos. El conjunto siempre será más vivo, incluso, que un trazo con regla. El único caso donde puede ser molesto un trazo un poco torcido se dará cuando dibujéis las verticales de un objeto de tamaño considerable: las paredes de un edificio, de un campanario, de un faro, etcétera. En esos casos, probad con trazos hechos de un golpe, espontáneos, y probad a cambiar la orientación del cuaderno para trabajar con más comodidad.
Vista frontal
En vista frontal, es decir: cuando solo una de las caras del objeto es visible, no hay problema con la perspectiva: todas las líneas horizontales siguen siendo horizontales. Pero ojo: no es raro que un tema contenga a un tiempo vistas frontales y vistas de perfil. En una plaza cercada por edificios, por ejemplo, el edificio que tenemos frente a nosotros está en vista frontal, y los de los laterales, en perfil. Para cada objeto, por tanto, deberemos preguntarnos si están en vista frontal o no. En la práctica, veremos que con frecuencia una cara aparece en vista frontal cuando no lo está del todo. Es muy simple, y no ofrecerá mayor problema.
Copyright del texto: sus autores
Copyright de la edición: Editorial Gustavo Gili SL