Martina Flor, autora y galardonada artista del lettering, nos adentra en la historia de Mary, una joven diseñadora, en su camino hasta alcanzar su carrera creativa soñada. A través de su proceso, y de los consejos y aprendizajes que se desprenden de él, entenderemos cuáles son los pasos que permiten construir un negocio creativo sólido y exitoso, y aprenderemos, entre otras cosas:
Ha llegado el momento de dar un paso más en tu carrera creativa y apostar por lo que verdaderamente te apasiona.
Prólogo. 7
Prefacio. 9
Capítulo 1. Una creativa en crisis. 15
Capítulo 2. Aprender lo básico. 27
Capítulo 3. Transición de amateur a pro. 39
Capítulo 4. El proceso creativo. 49
Capítulo 5. Visión y porfolio. 57
Capítulo 6. El negocio de la creatividad. 71
Capítulo 7. Conectar con la comunidad ideal. 83
Capítulo 8. Marketing y captación de clientes potenciales. 91
Capítulo 9. El negocio crece. 101
Capítulo 10. Delegar. 115
Capítulo 11. Saberse en el buen camino. 129
Guía de implementación. 135
El siguiente paso. 159
Resumen de los aprendizajes de Mary y los consejos de La Artista. 161
Agradecimientos. 171
Nunca en la historia ha existido un mejor momento para ganarnos la vida con nuestras habilidades creativas. No obstante, hay muchos creativos que piensan que lograrlo con su trabajo es imposible. Por eso soportan años de penurias y frustración, muchas veces entregándose a trabajos convencionales y resignándose a vivir con la sensación de no haber cumplido sus propósitos.
El arquetipo del artista muerto de hambre, antaño predominante, es hoy una reliquia del pasado. En el mundo actual, cuenta con infinidad de herramientas al alcance de la mano para comercializar sus obras, montar una tienda online, impartir formación, trabajar para clientes, inspirar a su público, crear pódcasts, desarrollar productos físicos o digitales, vender los derechos de sus obras o escribir y publicar libros. Y todo eso puede hacerlo sin necesidad de un gran presupuesto o una estructura compleja gracias a la accesibilidad de la autopromoción y la posibilidad de alcance mundial que tiene.
Pese a estos avances, sigue habiendo discursos obsoletos que socavan la confianza del talento emergente. Seguimos oyendo frases como «Con la creatividad no se gana dinero», «Búscate algo estable» y «¿Por qué iba alguien a pagar por algo que puede conseguir gratis?» de boca de nuestros familiares, amigos y hasta de docentes de arte y diseño bienintencionados que han asimilado estos supuestos tan restrictivos.
Y eso provoca que muchos artistas se conformen con el statu quo y renuncien a sus sueños incluso antes de empezar a tenerlos. Se resignan a una vida laboral de insatisfacción y relegan su creatividad a proyectos secundarios mientras siguen anhelando dedicar su vida a trabajos trascendentes de los que podrían enorgullecerse.
Puedo dar fe de todo esto porque yo misma lo he vivido.
A los veintimuchos años tenía un puesto de directora creativa en una agencia. Pese al buen ambiente de trabajo y a un salario estupendo, no era feliz.
Consumía mi día a día contestando correos, metida en reuniones y respondiendo quejas y peticiones de clientes, sin dejar de atender las solicitudes de varios gestores de cuentas.
La vida creativa que había imaginado cuando me matriculé en la facultad de Bellas Artes distaba mucho de esa realidad. Acababa extenuada y consumida cada jornada laboral.
Mi creatividad quedó relegada a las noches. Cada día, cuando volvía de trabajar, comía algo a toda prisa y me sentaba a dibujar. Me pasaba horas haciéndolo, hasta que me iba a dormir. Durante esos preciosos ratitos fantaseaba con una vida en la que pudiera hacer aquello a diario, cada minuto.
Pero al día siguiente volvía a acudir a mi trabajo, a la misma rutina. ¿Por qué? Porque creía que ganar dinero con mis dotes creativas era más que improbable. Al haber nacido en un país sudamericano como Argentina —que había experimentado una potente inmigración europea durante las guerras pasadas—, la seguridad era primordial para mí. La creencia generalizada era que me convenía buscar un trabajo que me ofreciera estabilidad económica y relegar la creatividad a mi tiempo libre, considerarla un pasatiempo. Así que ese fue el camino que seguí.
Y no solo eso, sino que los que me rodeaban parecían ratificar mi decisión. «Con el arte nadie se hace rico», dijo uno de mis maestros de diseño, entre risotadas. Era un chiste recurrente entre el profesorado (sin gracia alguna), quizá para justificar que ellos se hubiesen conformado sin ni siquiera intentarlo.
Mis amigos y colegas también eran defensores de buscarse un «trabajo fijo», así que me convencí de que conformarme con eso era la decisión correcta.
Por suerte, no dejé que ese discurso definiese mi historia y conseguí darle la vuelta a todo el asunto.
Hoy me gano bien la vida trabajando en lo que me gusta para quienes más lo necesitan. Además, he viajado mucho, he colaborado con clientes de prestigio, he montado un equipo que me permite tener un impacto más significativo y disfruto de flexibilidad en mi vida. También he ayudado a miles de artistas del ‘lettering’, diseñadores e ilustradores, a dominar el arte de dibujar letras y a ganarse la vida haciendo lo que les gusta.
Me he labrado mi vida soñada: mantengo a mi familia, decido mi calendario y horarios, estoy sana y en forma, y cada año voy a Argentina a ver a mi familia.
Lo que avivó en mí el deseo de guiar a otras personas creativas y artistas en potencia que inician este recorrido fue apreciar las posibilidades que se me abrían después de vencer las dificulta-des y dar un vuelco total a mi vida.
Este libro traza un camino para superar la mentalidad que te frena y construir una vida con propósito haciendo lo que te gusta.
Podría haber optado por un manual paso a paso, pero he preferido contarte una historia.
Esta es la historia imaginaria de Mary, una aspirante a artista que busca liberarse de la monotonía de un trabajo que no le hace feliz.
Es directora creativa en plantilla de una firma de ropa y, por lo que parece, se gana la vida estupendamente. Sin embargo, en su trabajo falta creatividad, lo que la hace sentirse poco realizada. El único momento creativo que tiene son las horas nocturnas que dedica a hacer ilustraciones, muchas veces ensombrecido por responsabilidades y situaciones de su vida o su trabajo.
Harta de sentirse desgraciada y de ver que no vive la vida que había imaginado para ella, conoce a uno de sus ídolos, La Artista, una profesional del ‘lettering’ con una trayectoria intachable en Europa. La historia cuenta que La Artista comparte su sabiduría con Mary y la orienta en su transición de amateur a profesional, además de enseñarle a convertir sus dotes creativas en un negocio.
No es una historia autobiográfica, aunque recoge varios elementos de mi trayectoria. Mary y La Artista son una mezcla de mis experiencias como profesional del ‘lettering’ y de lo que he aprendido durante más de quince años trabajando en el sector creativo.
Monté mi empresa y abrí un estudio de ‘lettering’ y tipografía a medida, con la complejidad que suponía ser una inmigrante sudamericana en Berlín. Como emprendedora autónoma, empecé como tanta otra gente, aceptando encargos de clientes y cualquier trabajo que se me presentase. Sin embargo, no tardé en darme cuenta de que no podía quedarse en eso, así que comencé a articular mi negocio en torno a mis habilidades y mi personalidad.
Con los años, mi empresa se convirtió en un campo de juego donde experimenté con la infinidad de maneras de ganarse la vida con las que cuenta un artista: monté una tienda online, impartí talleres, vendí formación y productos digitales, escribí libros, salí al escenario en decenas de conferencias e incluso di una charla TED. Además, reuní a un equipo con el que compartimos visión, lo que me permite dedicarme a trabajar cada día en lo que me gusta y a brindar mis servicios a quienes más lo necesitan. Lo que he aprendido durante estos años lo he difundido a través de libros, publicaciones y clases online, y programas de mentoría.
En mi pódcast, Martina Flor’s Open Studio, he entrevistado a muchos profesionales del grafismo, la ilustración y el diseño para que contaran cuál ha sido su camino hacia el éxito. Con mi academia online, a la que asisten miles de estudiantes cada año, he adquirido un profundo conocimiento de los desafíos a los que se enfrentan los artistas, tanto los que empiezan como los profesionales en activo. La experiencia que me ha aportado montar mi empresa, junto con lo que he aprendido al ayudar a otra gente en iniciativas similares, ha desempeñado un papel crucial a la hora de desarrollar el personaje de Mary para este libro.
He tenido la fortuna de contar con un puñado de mentores y ‘coaches’ que me han ayudado en mi desempeño profesional y, a través de mis cursos y programas de ‘coaching’, me he convertido en mentora de muchos artistas, aspirantes y emprendedores creativos. Todo este conocimiento colectivo lo encarna aquí el personaje de La Artista.
Una de las cosas más importantes que he aprendido durante estos años es que, por arduo que le parezca a una mente creativa trabajar como autónomo, son muchas las razones por las que te conviene asumir el desafío y dar salida profesional a tus dotes creativas:
Tu empresa unipersonal puede ser el mejor canalizador para que hagas el trabajo que te gusta y lo ofrezcas a quienes lo necesitan.
Puede proporcionarte la libertad creativa que buscas. Puede darte la autonomía y la flexibilidad que anhelas. Puede hacerte ganar más dinero.
Puede que la gente reconozca el trabajo excepcional que haces. Puede que disfrutes de mayor independencia.
Puede que te levantes cada día con la certeza de que estás invirtiendo tu vida en algo que de verdad importa, y que os hace felices tanto a ti como a la gente para la que trabajas.
En este libro encontrarás una serie de elementos básicos que te ayudarán a hacer realidad estas aspiraciones. Espero que la historia de Mary y La Artista te resulte inspiradora, y que la guía de puesta en práctica que la acompaña te ofrezca los pasos para comenzar a recorrer ese camino. Por otra parte, he preparado una formación online que te ayudará a aprovechar todo lo que aprendas aquí para que dibujes la vida laboral que quieres tener. Puedes consultarla en www.martinaflor.com/hazlo.
Ha llegado el momento de que rescribas tu propio relato. Espero que, a medida que pases las páginas, la historia de Mary encienda en ti una llama, hagas tuya la guía de puesta en práctica y te sirva de catalizador de tu nueva vida.
© Martina Flor