«Quiero invitarte a tejer, probar y explorar con cada uno de estos patrones en distintos colores y tallas. Léelos, modifícalos, personalízalos y hazlos propios.Con este libro en tus manos, todo eso es posible.»
Bótánico. Tejer Jacquard es el primer libro de Jandi Gardiazabal. En él encontrarás patrones inéditos inspirados en lo botánico, diseños basados en las hojas, flores y frutos de la naturaleza.
Si sabes tejer derecho y revés podrás aventurarte con cada proyecto de jacquard que presenta el libro, ya que en su interior encontrarás todo lo que necesitas saber para llevarlo a cabo, desde construcciones de prendas y combinación de colores hasta una guía para elegir los materiales y las herramientas.
Con la ayuda de la autora, que no solo explica detalladamente cada paso sino que también incorpora tutoriales audiovisuales, podrás tejer todo lo que te propongas.
12 Las herremientas
22 Los hilados
26 El color del hilado
36 Urdir, tejer y cerrar
41 Aumentar, hacer ojales y disminuir
45 Medir
50 La técnica
53 Llevar, esconder y rematar las hebras
57 Hacer una muestra
61 Construir una prenda
64 Tejer en circular
66 10 consejos para recordar
70 Proyectos Mini
Sweater Acer
Sweater Suculentas
Sweater Bellotas
110 Proyectos Infantil
Sweater Guindas
Sweater Pinos
144 Proyectos Adulto
Sweater Juncos
Sweater Azafrán
Poncho Peonías
Sweater Hiedra
Chaleco Quillay
210 Proyecto Final
Sweater Botánico
228 Mis diagramas
241 Agradecimientos
243 Referencias bibliográficas
Nací en una familia de tejedoras, bordadoras y cosedoras, pero no todo empezó ahí.
Mi mamá aprendió de las mujeres de su casa y cuando se casó, siguió añadiendo conocimientos que venían de la familia de mi papá. Es más, fue él quien le enseñó a usar su primera máquina de tejer. Ella se atrevió, mezcló e inventó nuevas formas, creando diseños y piezas únicas. Años después, yo seguí sus pasos.
Cuando era chica, era una niñita tímida y tartamuda. Todo me daba ansiedad. Lo pasaba mal en el colegio, a pesar de que tenía buenas notas, amigas y me portaba bien. Sentía que nada estaba bajo mi control y eso me desesperaba. Por eso pienso que tejer me ayudó siempre: era una forma de centrarme, calmarme y disfrutar del proceso.
Al principio tejía bastante mal, quizás como todos los que hacen algo por primera vez. Me quedaba disparejo y apretado. Recuerdo que miraba los tejidos de mi mamá y mis abuelas y claramente, los míos no se veían tan bien. Practiqué, practiqué y practiqué. Tardé años en lograr que se viera como yo lo imaginaba. Si tú me conociste de adulta, sabes que soy una convencida de que todos podemos tejer. Entonces, es divertido pensar que cuando era chica me enojaba al compararme con personas que llevaban 20, 30 o 40 años tejiendo, y que me frustraba mucho por no lograr que me quedara igual.
Para mí lo mejor fue desaprender, cambiar mi manera de tejer y volver a aprender todo otra vez. Mi mamá me había enseñado a hacerlo de manera continental —llevando la hebra con la mano izquierda—, y mi abuela Chichi me enseñó a los 17 años a tejer estilo inglés, llevando la hebra con la mano derecha. Y, si bien sé tejer de ambas formas, me gusta más la segunda, que aunque es más lenta, me permite alejarme de esa frustración de los primeros años y obtener un resultado mucho más parejo.
Además de crear, hacer clases me encanta, sobre todo sentir la adrenalina de estar rodeada de personas escuchando lo que dices y ser testigo de ese momento mágico en que ves, en los ojos del otro, que aprendió algo nuevo. Nada me llena más el corazón que cuando alguien me dice “Jandi, yo pensé que no podía tejer, ¡pero lo hice!”.
La naturaleza siempre ha sido mi gran fuente de inspiración. Toda mi primera infancia la pasé en el campo, de ahí viene que mi color favorito y feliz sea el verde. Me da paz, alegría y contención. Las hojas de los árboles y las flores llenan mi imaginación. Por esta razón quise que el tema de mi primer libro fuera la botánica, pues la inspiración de los diseños la encontré en plantas, flores y frutos.
Lo que más me gusta es trabajar con distintas paletas de colores. Y en realidad, esa es la razón por la que llegué al jacquard, porque me permite sentir que estoy pintando arriba del tejido. En cada pieza busco que haya una armonía de colores, que estos puedan complementarse entre sí y expresar juntos la infinidad de sentimientos que cada uno lleva adentro. Por eso aquí, en Botánico, verás creaciones llenas de color.
Quiero invitarte a tejer y explorar con cada uno de estos patrones en distintos colores y tallas. Léelos, modifícalos, personalízalos y hazlos propios. Con este libro en tus manos, todo eso es posible.
Jandi Gardiazabal